Por Susana Valdivia, Terapeuta Ayurveda, Centro Panchakarma México.

El conocimiento ayurvédico sobre cómo el universo funciona es la clave para la salud. Ayurveda explica cómo cada uno de los cinco elementos, Espacio, Aire, Fuego, Agua y Tierra son responsables por distintos patrones mentales que nos llevan a círculos viciosos.

Por eso ampliar nuestra visión y comprender cómo los cinco elementos afectan nuestro cuerpo, mente y emociones y cómo regular esto, es necesario. El equilibrio de los elementos (o energías) es lo que mantiene nuestra salud y felicidad.

Las cualidades de lo elementos y cómo se manifiestan:

El espacio

Espacio: Es lo que da espacio a todo lo que ocurre en el universo.

Físicamente: es el espacio que hay entre una célula y otra, el espacio dentro de cada uno de nuestros órganos, venas, los poros de la piel, el oído, la nariz, etc. Cualquier espacio.

Mentalmente: es la mente en blanco que da raíz a la intuición, y también es lo que permite tener una conexión más espiritual contigo mismo y los demás. Conciencia sobre uno mismo, la vida y todos los seres.

Emocionalmente: paz.

Cuando ayunamos excesivamente, cuando nos excedemos en prácticas meditativas o hacemos técnicas o combinaciones no aprobadas, cuando usamos drogas recreacionales, cuando consumimos ciertos medicamentos o cualquier cosa que dañe los cortocircuitos de las neuronas, esta energía se desequilibra. Esto causa que nos sintamos “en otro mundo”, no tengamos dirección, todo se nos olvide o que tengamos comportamiento errático. Este tipo de desequilibrios pueden crear trastornos psicológicos. El síndrome de down y el autismo también son desequilibrios de exceso de espacio.

El aire

Aire: Es la esencia del movimiento.

Físicamente: todo lo que se mueve es por el aire (circulación de la sangre, evacuación, el parpadeo, el latido del corazón, el masticar, los movimientos locomotores, literalmente todo lo que se mueve voluntariamente o no.)

Mentalmente: el movimiento de los pensamientos que vienen y van, y cuando surgen nuevas ideas y creaciones artísticas.

Emocionalmente: el entusiasmo, la alegría, la excitación.

Un estilo de vida agitada y ocupada, el viajar o mudarse frecuentemente desequilibra esta energia y genera: gases, sequedad interna y externa, piel, pelo y uñas quebradizas, dolores en las articulaciones, y dolores de cabeza. También puede traer la falta de foco, ansiedad, nervios, dudas, falta de esperanza e inestabilidad mental y emocional, trastornos mentales y neurológicos, hipertensión, hiperactividad, hipertiroidismo, etc.

El fuego

Fuego: Es la esencia de la transformación.

Físicamente: digestión, calor corporal, asimilación de nutrientes.

Mentalmente: inteligencia, la concentración, la ambición, la pasión y la justicia.

Emocionalmente: carisma, pasión, valentía, la automotivación, la conquista de algo o alguien.

Si queremos tener extremo control sobre las cosas, si somos muy perfeccionistas, argumentativos, juiciosos, y si queremos hacer todo por nuestra cuenta esta energía se desequilibra y produce: acidez, diarrea, gastritis, calvicie, enfermedades autoinmunes, enfermedades de la piel, migrañas, cansancio en los ojos, irritabilidad, ira, impaciencia, agresión y violencia.

El agua

Agua: El agua es la energía que mantiene la unión de las cosas o personas.

Físicamente: todas las substancias líquidas en el cuerpo.

Mentalmente: flujo de pensamientos constantes y repetitivos, paciencia, tolerancia.

Emocionalmente: amor y la gratitud.

Cuando queremos permanecer en nuestra zona de confort, cuando queremos siempre quedar bien con los demás, y cuando nos cegamos por el amor a alguien o alguna ideología, esta energía se desequilibra y produce: dependencia emocional, retención de líquidos, sobrepeso, varices, exceso de sudoración, falta de apetito, procrastinar, melancolía y envidia.

La tierra

Tierra: La tierra es la energía que da estructura y sostiene la vida.

Físicamente: todo lo burdo, denso y firme que nos da estructura, principalmente los huesos y los músculos. Tambien es nuestra grasa natural.

Mentalmente: opiniones firmes (no flexibles), fé, estabilidad y perseverancia. Mente cerrada en sus conceptos, rutina, tradiciones y costumbres.

Emocionalmente: cariño, ternura, acogedores, apegados a cosas o personas.

Cuando estamos negados al cambio y opiniones diferentes, cuando somos posesivos,

cuando no queremos hacer el esfuerzo de hacer cambios aunque sean necesarios, y cuando no expresamos nuestros pensamientos y emociones, esta energía se desequilibra y genera: letargo, pereza, depresión, congestión nasal o mental, sobrepeso, diabetes, enfermedades del corazón, etc.

Por suerte, Ayurveda tiene más de una solución natural y eficaz a estos problemas. En el Centro Panchakarma brindamos una gran variedad de terapias y masajes junto con alimentación y estilo de vida diseñados específicamente para traer todas estas energías de regreso al equilibrio. ¡Llámanos ahora y agenda tu cita!