Por: Beatriz Goyoaga Directora de El Arte de Vivir Latinoamérica

EL PODER DEL PERDÓN

Si alguien alguna vez te hizo daño, no te aferres a ello. Si en vez de tú provocaste una acción equivocada, de la misma manera que perdonas los errores de los demás, deberás perdonarte también a ti mismo. Perdonar y perdonarte exige coraje pero es la mejor sanación del alma y de la mente. La mente que no perdona se queda aferrada al pasado. Sin evolucionar.

Dice Sri Sri Ravi Shankar «no te quedes rumiando los errores de otros o lo hagas con los tuyo propios. Cuando recuerdas y mascas y mascas los errores ajenos, te enojas. Y esto te hace mal a ti. «Dos males nunca pueden hacer un bien. Enojarse por los errores es peor el remedio que la enfermedad. Al mismo tiempo cuando te enojas con tus propios errores, te sientes más culpable y te asfixias en tu propia depresión. Ninguna de las dos cosas es buena. La mente clara y serena adquirida con la meditación y la respiración te hace salir de ese espacio.

Este es un secreto no escrito, los errores ocurre! Ocurren por si solos! A Traves de todos nosotros, ninguno quiso jamás hacer un error a propósito! Y añade Sri Sri «Puedes cometer errores, pero no los mismos! Al menos comete errores frescos!! «

Si alguien cometió un error, deberías olvidar y, si es necesario corregir, perdonar y olvidar. Y si tú cometiste un error, deberías pedir perdón y seguir con tu vida. ¡No te quedes atrapado… siéntete libre! El perdón es de gran alivio. Si estás enojado contigo mismo, también te vas a enojar muy fácilmente con los demás. Para perdonar se requiere habilidad, foco coraje y consciencia de saber que si no perdonas va en contra tuyo.