Cómo manejar las injusticias
por Francisco Moreno Ocampo
Hace poco viví una situación con un amigo que, según mi criterio, fue víctima de una injusticia. En ese momento tuve emociones de enojo, tristeza y miedo que nublaron mi mente y me impedían pensar con claridad. Luego me di cuenta que estas emociones no me iban a ayudar a mi ni a mi amigo y decidí serenarme para poder actuar de una manera más efectiva.
Me di cuenta de que la primera reacción que tenemos a una injusticia es enojarnos, asustarnos o alguna otra emoción negativa. Sorprendentemente esa reacción nos lleva a actuar de una manera que no es la ideal y luego por lo general nos arrepentimos o no nos sentimos satisfechos con el resultado.
Sri Sri Ravi Shankar, fundador de El Arte de Vivir, explica que los llamados pecados capitales (lujuria, pereza, gula, ira, envidia, avaricia y soberbia) son emociones que nos separan de nuestra esencia, nos alejan de la alegría de la vida.
Nota que cuando te enojas por una injusticia estás subiéndote al mismo bote de aquellos con los cuáles te enojas. La injusticia puede ser por ignorancia y soberbia pero tú estás en un estado de ira, lo que te hace compartir la misma negatividad.
El primer compromiso que necesitamos tomar en nuestra vida es mantener a nuestra mente serena y alegre. Una vez que hayamos logrado esto, podremos accionar de la mejor manera.
Para lograrlo podemos practicar la “aceptación activa”. Por más injusta que te parezca la situación, acepta que está existiendo. Eso te permitirá mantener a tu mente serena. Desde ese espacio de serenidad, toma la acción que consideres apropiada.
La rabia, el miedo y todas las emociones negativas que oscurecen nuestra visión surgen por no aceptar y reaccionar. Paradójicamente, aceptando activamente situaciones injustas tendremos más chances de cambiarlas.
¿Qué acciones crees que puedes tomar para aceptar activamente?
Hola, Francisco. Encuentro que otros sentimientos inherentes a las injusticias son el sentirte víctima y la impotencia ante lo que sucede.
Hace poco lo viví y el sentimiento es muy angustiante. ¿Sabes qué me sacó de ello? Un par de preguntas que nos hicieron en el curso Happiness.
La primera : ¿que necesitas que suceda para ser feliz? y la segunda, que no sé porqué la cambié yo sola: ¿qué estás esperando?
Y en la reflexión de la respuesta a estas preguntas encontré que ni puedo retroceder el tiempo, ni quiero cobrar venganza, ni vendrá Superman a rescatarme a mí ni a nadie. Que lo que sucedió ya sucedió y punto. Como bien dices, procedo a aceptarlo y desde ahí encontrar la paz y luego perdonar.
La segunda circunstancia que me ha ayudado es dejar de tratar de entender lo que pasó y más bien tratar de aceptar lo que pasó, como tú mencionas. ¡Cambia tanto la visión!
Tu artículo me llevó a volver a darle de vueltas al tema y a reafirmar: que la aceptación sea contigo y conmigo.
Saludos.
Querida Muriel, me alegra mucho que te haya servido el artículo para reflexionar sobre estos temas tan importantes. Saludos!
Francisco gracias por tu artículo, gracias a el logre salir de un estado de tristeza en el cual me encontraba. Me hice reflexionar e incluso me dieron ganas de volver a conectarme con el arte de vivir. Un gran abrazo y que tengas un excelente día.
Que lindo Fabián. me alegra mucho. Te esperamos!