Había una vez, antes del rápido incremento de la globalización, el trabajador americano promedio viajaba menos de veinte minutos a su trabajo. Suena como un sueño, ¿cierto?

Hoy en día el trabajador americano promedio pasa cincuenta minutos en un viaje de ida y vuelta al trabajo, y eso es solo el promedio. Suma esas horas y en total son: ¡31.3 días al año que gastan en viajes de ida y vuelta al trabajo! Para aquellos que desean tener un estilo de vida saludable practicando la meditación y el ejercicio, desplazarse representa una gran pérdida de tiempo.

Los meditadores regulares que se desplazan día a día para ir a trabajar saben lo desafiante que puede ser el incluir la meditación y las prácticas espirituales en las rutinas de la mañana y de la tarde. Para aquellos que no suelen meditar con regularidad, establecer la práctica puede parecer casi imposible al intentar balancear el trabajo, la familia y por supuesto las horas de sueño. Todo esto, aunado a largas horas de desplazamiento.

¡Por suerte, no tienes que escoger entre meditar y desplazarte!

1) Medita en el tren, en el autobús o en el avión

Cuando te transportas en tren tienes una excelente oportunidad de ponerte los audífonos, cerrar los ojos y realizar una meditación guiada. ¿Te preocupa que los sonidos que te rodean te distraigan? ¡No te preocupes! Te sorprenderás de lo rápido que puedes aislarte del mundo exterior cuando estés escuchando la meditación guiada. Muchas aerolíneas te ofrecen meditaciones guiadas y música relajante como parte de su servicio. Si tienes tu propia práctica como Sahaj Samadhi, (una meditación basada en un mantra; bastante sencilla), ¡mucho mejor! Fácilmente puedes meditar en tren, autobús o avión.

2) Escucha pláticas espirituales

Manejar y meditar al mismo tiempo no está recomendado ya que relajarte cuando estás tras el volante es lo último que quieres. Cuando manejes, sustituye los sonidos de la naturaleza, la música relajante o las pláticas espirituales por meditaciones guiadas y permítete estar centrado y relajado al mismo tiempo que te mantienes en un estado alerta antes de empezar tu día laboral.

3) Sintoniza tu respiración

Cuando caminas o andas en bicicleta puedes poner atención a tu respiración y notar cómo es que tu mente divaga, regrésala gentilmente con tu respiración. Ésta es una excelente práctica para cobrar conciencia de tu mente y centrarte en el presente.

Intenta alguna de estas técnicas en tu siguiente desplazamiento y experimenta la diferencia. Haz que tus desplazamientos sean agradables y relajantes. Y no solo eso, sino también el resto de tu día.

¿Pasas mucho tiempo desplazándote? Si tu respuesta fue sí, ¿qué maneras creativas tienes para incluir la meditación en tu tránsito?

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